
en mi habitación
y veo gente, veo carros.
Todo es una sensación.
Lo que veo no es lo que parece
Y lo que parece no es lo que veo.
Y para ver
lo que quiero ver
tengo que esforzarme.
Sí,
tengo que alzarme
encima de un peldaño
para mirar y admirar
lo bueno y lo malo.
Y este es el mundo
iluso e inconcluso
Y lo que veo no es lo que veo.
Y todo es nada
y ese nada es todo.
Soy un loco ciego
que se revuelca en el lodo
y espera
en otro mundo,
en otra esfera.
Pero lo que está allí,
es lo que está allí,
y mi corazón desea la verdad.
¡Sí, la verdad¡
Aunque eso me duela.
y al final de este poema
yo también me muera...
Damián Botafogo
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