Empiezo a escribir esta carta
cuando nadie más escribe cartas
sintiéndome el ser más raro del mundo...
¿No es esto un absurdo?
Escribir una carta sin destinatario
y al narrar estas cosas tan extrañas
me siento un verdadero panfletario
de viejas modas venidas de antaño.
¿Pero qué es una carta?
Un papel metido en un sobre
con una bella estampilla
donde sale un personaje
y la dirección de una casa
al lado de una capilla.
¡Me siento trastornado!
Ya sé...
Dirán una vez más
que estoy loco u obsesionado
por perder el tiempo
escribiendo una simple misiva.
Y esta carta que ahora escribo
está dirigida a cualquier alma mendiga.
Quizás tú, tal vez yo.
¿Qué importa?
La verdad es que todos necesitamos una carta
que, por lo menos, nos diga
que somos queridos...
Sem comentários:
Enviar um comentário